Texto Marlon Calero/ Fotos: Juan Membreño
Aunque padre e hijo juegan deportes diferentes, se cumple el refranero popular que «hijo de tigre nace rayado» o de » tal palo tal astilla», al «Pulpo» y el «Pulpito» los une su mentalidad competitiva como una dupla de atleta ganadora.
Mientras Denis el «Pulpito» Espinoza Meléndez, se erigía como una de las figuras pinoleras en el centroamericano sub 21 de voleibol, su padre Denis el «Pulpo» Espinoza, lidiaba con la ofensiva del Real Estelí el pasado domingo. Ambos triunfaron, el hijo ante Honduras y el papá ante los norteños, respectivamente, en el polideportivo Alexis Argüello y Estadio Nacional de la UNAN Managua.
Y es que el el junior al igual que su padre, inició su camino en el deporte a través del fútbol, pero de forma accidental terminó jugando voleibol, donde ahora es un atleta destacado.
«Me quedé en el voli cuando acompañaba a mi hermana menor a una práctica», detalló Espinoza.
Con tan solo 19 años, este joven estudiante del primer año de administración de empresas de la UAM, nació en Diriamba en el 2003, es un atacante que juega por la zona 2 y 4, y según él, tiene que mejorar su defensa porque su bloqueo ante el rival es muy débil.
De los conocimientos de su padre, la preparación mental y física, es el principal soporte que tiene del guardameta del Walter Ferreti, que junto al Pulpito son, quizás la única pareja padre e hijo que brillan en la actualidad en el deporte pinolero.
