A siete días del combate, donde defenderá por segunda vez su título Latino Minimosca de la OMB, Eveling «La Colocha» Ortega goza de una fortaleza física incomparable. Ella será la pelea semiestelar en la cartelera boxística, del regreso del campeón mundial Román «El Chocolatito» González, este próximo 12 de julio, en el Polideportivo Alexis Argüello en Managua,Nicaragua.
La Colocha (7 victorias, 2 nocaut y 5 derrotas) defenderá su título ante la mexicana Karol Mazariegos González (7-1–3ko), mientras El Chocolatito defenderá ante el colombiano Rober «El Huracán» Barrera Estrada, en una velada que promete ser un espectáculo del buen boxeo nacional e internacional. «Estoy super preparada para salir con la victoria», expresó La Colocha.
Marlon Amador, entrenador de la boxeadora nicaragüense resumió la fortaleza física de la joven de esta manera: «Solo estamos esperando el campanazo para subir al ring. Verán a una colocha diferente en el cuadrilatero. Estamos mejor preparados que en peleas anteriores».
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Originaria de Camoapa,Chontales
Eveling Junieth Ortega Gatica, La Colocha, nació en Acoyapa, Chontales en 1998. Por situaciones familiares creció en Costa Rica, donde empezó a boxear a los 14 años, trás aceptar la invitación de su hermano y primos a practicar boxeo, aunque en ese tiempo ella practicaba fútbol.
«Me encantó y desde entonces no paré de practicar. A los 18 años empecé a competir. Hice 40 peleas en Amateur, pero no me contaban en mi récord porque no tenía residencia. Yo quiero ser boxeadora profesional y por eso decidí trasladarme a Nicaragua», cuenta Ortega.
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En el 2018 vino a Nicaragua, su tierra natal, y realizó algunas peleas en amateur, pero su deseo era poder saltar al boxeo profesional, pues ya tenía 22 años.
«Al principio fue difícil para que me aceptarán. Me hicieron pruebas para pasar al boxeo profesional y lo logré. Marcelo Sánchez mi manager me aceptó en Pinolero Boxing y en el 2019 debuté en el boxeo profesional en Guatemala. Ese día perdí ante una boxeadora salvadoreña», dijo La Colocha.
Aceptaba retos fuera de su peso
Ese mismo año fue a Panamá a pelear siempre en la categoría 118 libras porque no encontraban peleadora en su categoría 108 libras y volvió a perder. «Hice tres peleas en 118, aunque no era mi categoría, aceptaba el reto con tal de pelear. Nunca me noquearon, les daba pelea», dijo Ortega.
Luego le consiguieron peleas en su categoría y empezó a ganar ante Ninoska Morales en Nicaragua, luego le quitó el invicto a Silvia Durán, en costa Rica. Después, pasó un año y ocho meses sin pelear.
Gana título Latino
El 27 de octubre de 2023 se presentó la posibilidad de ir por el título Latinoamericano Minimosca de la OMB y aprovechó la oportunidad donde salió victoriosa, nuevamente ante Silvia Durán de Costa Rica.
En marzo de 2024 hizo su primera defensa del título ante la pugilista Yanissa «Reckless» Castrellón, donde ganó por desición unánime. Este próximo 12 de julio será su segunda defensa de título minimosca (108 libras).
«Mi sueño es ser campeona del mundo, por eso me enfoco en cada pelea, porque sé que cada pelea que gane me acerca más a mi sueño», dijo la boxeadora de 26 años.
De dependiente a prestamista
Para sostenerse economicamente, fuera del ring, la boxeadora ha trabajado de dependiente en el mercado Roberto Huembes, y ahora es prestamista.
Su nuevo negocio le da más libertad para manejar su tiempo de entrenamiento, ya que a las 5:00 am está en pie, hace ejercicio de resistencia y velocidad, con su nuevo preparador físico Santo Treminio. A las 3:00 pm, se dirige al gimnasio del Iván Montenegro, donde hace tres horas de entrenamiento.
«Estudiamos a la mexicana, es dura, pero estamos preparados con otra estrategia, al rítmo del adversario. En el cuadrilatero, La Colocha se inspira más que en el entrenamiento, esa adrenalida que la empuja», recalcó Amador, entrenador de la pugilista.
Eveling Ortega visita a sus padres en Costa Rica, después de cada pelea. «Mientras me preparo para una pelea dejó todo. Es un sacrificio. A las 7:00 pm ya debo estar acostada. Dejo pasar fiestas, salidas, amistades, para poder estar donde estoy ahora. Mis padres se sienten orgullosos de mí», finalizó la boxeadora.
Ahora solo está a la espera del momento del pesaje y subir al cuadrilatero al sonido de la campana.
