Las batallas gloriosas dependen del rival y para los Caciques derrotar a su más encarnizado contricantes, significó entregar en bandeja de plata la 33 y el tricampeonato a su pueblo diriambino.
El tiempo extra estaba pintado en el imperio Cacique, cuando repentinamente Henry Niño jaloneo sutilmente a Junior Arteaga en el cierre del desafío, para un penal cantado por Ricardo Mendoza. Discutible o riguroso, lo cierto es que el Tren del Norte pierde su quinta final consecutiva, cuando Luis Coronel marcó al 96, el 3-2 definitivo.
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En 11 minutos
Encomiable la remontada del subcampeón centroamericano , con un 2-0 en contra en apenas 11 minutos, el derrumbe norteño era evidente, pero una entrega errática de Arteaga a Byron Bonilla encaró al norteño contra el arco diriambino para el 2-1 y al 29 llego el empate de cabeza de William Parra.
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Desde ahí el dominio del Tren fue absoluto, un equipo que las intentó de todas maneras con Bonilla y Harold Medina liderando las arremetidas contra el arco cacique, que se defendía con uñas y dientes.
Lo del Cacique fue 11 minutos, gol de Arteaga al seis y de Melvin Hernández al 11, el resto fue todo para el Tren, hasta que Niño dejó en el silbato del arbitro, el destino del juego.
Para el dato queda, que son tres finales las que pierde el tren en campeonato local, y las dos de Copa Centroamérica.