De mirada firme y voz segura, Karla Estrada Páramo irradia la fuerza de quien aprendió a pelear no solo en el ring, sino también en la vida. Originaria de Carazo y radicada en Managua, esta mujer de 38 años ha forjado una trayectoria que la coloca como una de las figuras más respetadas del boxeo femenino en Nicaragua.

Este 4 de octubre de 2025, debutó en el arbitraje profesional, en la cartelera de Gemelo Promotions, marcando un antes y un después en la historia del arbitraje femenino en Nicaragua, ya que es la primera mujer en saltar al arbitraje profesional en boxeo.
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Estrada arbitró la reyerta entre Jefree Hernández vs Maykel Aguilera y la pelea entre Yanior Vega vs Osman Cano, donde convenientemente detuvo la pelea a los 24 segundos del tercer asalto, declarando nocaut técnico.
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«Me gustó mucho cuando paró la pelea, no se precipitó, lo hizo en el momento oportuno. Me confesó que estuvo nerviosa en la primera pelea y que sintió los round largos. Es importante que haya una mujer árbitro para peleas femeninas por el contacto cuando las tenés que separar», comentó Alberto Méndez, árbitro profesional de boxeo.

Rompió esquema
Por su parte, Ramón González, árbitro profesional de boxeo, avalado por la Comisión Nicaragüense de Boxeo Profesional, comentó que el desempeño de Estrada fue excelente.
«Caminó muy bien en el ring y tiene presencia, por eso los boxeadores le hicieron caso. Estrada rompió el esquema, ya que solo habíamos cuatro árbitros para boxeo profesional. No dudo que a la vuelta de un año, ella esté arbitrando peleas importantes. Solo falta afinarse en los procedimientos porque no es lo mismo amateur que profesional», expresó González.

Campeona Centroamericana Amateur
La historia deportiva de Estrada comenzó en noviembre de 2003, cuando subió por primera vez al cuadrilátero. Era delgada y callada, y fue su abuelo, don Leonardo Páramo, quien la animó a entrenar boxeo para aprender a defenderse de las burlas. “Como era flaquita, mucho me molestaban… y mi abuelo me dijo: aprendé a defenderte”, recuerda con una sonrisa.
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Lo que empezó como una defensa personal se convirtió en una pasión que marcaría su vida. Participó en la Copa Alexis Argüello, lo que le permitió adquirir experiencia. Además, fue miembro de la Selección Nacional de Boxeo de Nicaragua, del 2005 al 2009, siempre entrenó en el Instituto Nicaragüense de Deportes, IND, a cargo de Guillermo Martínez «Polvorita «.

Entre 2003 y 2011 acumuló más de 50 peleas como boxeadora amateur, en los 63 kg. Además, fue campeona Centroamericana en San Pedro Sula Honduras en 69 kg en el 2006.
En el 2011, se convirtió en la primera mujer entrenadora avalada por la Federación Nicaragüense de Boxeo Aficionado, Feniboxa, rompiendo un techo que pocas habían intentado tocar.
También fue entrenadora de la Policía Nacional durante ocho años (2006-2013), experiencia que le permitió formar a decenas de jóvenes en disciplina y resistencia.

Un deporte dominado por hombres
“El boxeo es puro golpe, y en un mundo dominado por hombres no se trata de decir ‘con permiso’, sino de gritar: quítense que aquí voy”, afirma con orgullo. Su frase resume la determinación que la ha acompañado desde el primer día.

Tras el nacimiento de su hija, Slilmalila Pérez, Karla decidió cambiar los guantes por el reto del arbitraje, como una forma de continuar vinculada al boxeo, pero también de pasar más tiempo con su hija.
Hoy cuenta con más de 10 años de experiencia como árbitro amateur, más de 300 peleas dirigidas, y es miembro fundadora de Anjaboxa, (Asociación Nicaragüense de Jueces y Árbitros de Boxeo Amateur).
“Lo más difícil de ser árbitro es aplicar las reglas a los muchachos, pero lo más bonito es cuando te reconocen y escuchás comentarios positivos sobre tu trabajo”, confiesa.

Entrenadora y Psicóloga
Actualmente, Karla se desempeña como entrenadora personal de boxeo y acondicionamiento físico, combinando su formación como Licenciada en Psicología con su pasión por el deporte. Desde el gimnasio, sigue inspirando a nuevas generaciones incluida su hija Slilmalila, quien el año pasado se coronó campeona nacional infantil de boxeo en las 85 libras.

Su consejo para las chavalas es claro: “Hagan deporte, cualquier deporte que les guste con disciplina. Ese es el camino para superarse».
Con la mirada puesta en el futuro, Karla Estrada Páramo no planea detenerse. Su nueva meta es convertirse en árbitro internacional, y seguir demostrando que el boxeo también tiene rostro de mujer.

Más que una boxeadora o una árbitra, Karla es una pionera que abrió camino a punta de esfuerzo, coraje y amor por el deporte, continuando el legado de su abuelo e inspirando a su hija a escribir su propia historia sobre el ring.






