José Francisco Olivas Hernández, oriundo de la comunidad Casa Blanca, Pueblo Nuevo, Estelí, pasó de producir 300 cajillas de tomates semanales a 1500 cajillas, en el mismo período, gracias a su esfuerzo y al pastoreo que recibe a través del programa Tierra Fértil de Walmart Nicaragua.
Olivas forma parte de este programa junto a 97 productores, que abastecen de verduras y hortalizas a esta cadena de supermercados. El camino no ha sido fácil, pero ahora 14 años después, ya puede gozar de los resultados.

El productor comenzó con la producción de un cuarto de manzana de tomate criollo que, paulatinamente aumentó a una manzana, además siembra chile cada cuatro meses en una manzana, y aprovecha las oportunidades para sembrar pepinos, zanahorias y papaya. Esta diversidad ha sido clave para fortalecer su sostenibilidad económica.
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“Es muy importante ir rompiendo los ciclos de vida de plagas y enfermedades, a la vez ha impulsado mi crecimiento como agricultor”, refirió.

Saliendo de lo tradicional
Edgar Lira, Gerente País de Perecederos de Walmart Nicaragua, explicó que el programa Tierra Fértil se encarga de convertir a un productor tradicional a un agro empresario, a través de capacitaciones, para mejorar la calidad y aumentar la producción del cultivo, así como enseñarles a reducir sus costos de producción.
«Les enseñamos sobre uso de tecnologías agrícolas, material genético, disminuir el uso de agroquímicos, hacer estructuras para producir mejor, con mayor rendimiento y de forma sostenida. Cada productor avanza según su actitud para el cambio», dijo Lira.
Walmart además de capacitarlo y acompañarlo en el proceso de producción también le garantiza la compra del producto.

Olivas abastece el 21 por ciento de tomate criollo anual a Walmart. Este dinamismo se debe a la demanda sostenida durante todo el año y a la capacidad para cumplir con los rigurosos estándares de calidad e inocuidad.
«El programa Tierra Fértil me ha ayudado a mejorar la calidad de mis cultivos y a reducir el uso de plaguicidas por medio de la adopción de nuevas tecnologías», comentó el productor.

Mejoras sostenibles
A través de las capacitaciones recibidas en Tierra Fértil, Olivas ha implementado técnicas modernas como el uso de abonos verdes, fertirriego, bancos elevados para la temporada de lluvias y telas agrícolas que reducen el uso de plaguicidas. Estas innovaciones no solo mejoran la productividad, sino que también garantizan la seguridad alimentaria, explicó Lira.
Otro elemento importante es la capacitación constante de su personal sobre fichas técnicas, uso adecuado de agro insumos y el respeto de los períodos de retiro de agroquímicos, son prácticas esenciales que aseguran la calidad de los productos entregados.

Con miras al futuro, planea expandirse a la producción integrando nuevas tecnologías para asegurar un suministro continuo durante todo el año.
«El compromiso de agricultores como José Francisco es fundamental para nuestra misión de ofrecer productos frescos y de alta calidad a nuestros clientes», comentó Lira.

Con historias como la de José Francisco, se reafirma el valor de la agricultura sostenible y el poder de las alianzas estratégicas, para transformar comunidades rurales y fortalecer la seguridad alimentaria en el país.